Publicado originalmente por Mega Metropolis Health & Fitness edición impresa de Diciembre 2009
“Mi doctor es parte de mi familia y nosotros lo amamos”, dice un paciente. Para un doctor o un profesional de la salud no hay mejor halago que el que proviene de su paciente. Yo creo que usted estará de acuerdo conmigo en que no hay manera de ponerle un precio o valor a estas palabras dichas por un paciente. En especial de un paciente que ha superado muchos obstáculos en su vida y que él y su familia se han convertido en un ejemplo por su coraje, determinación y su fe en Dios.
Antes de explicarle quien es este doctor, lean las palabras de René Flores Jr., un joven abogado del condado Hidalgo y recipiente de un trasplante de riñón. Mega Metrópolis Health & Fitness está orgulloso en decirle que René es un hombre valiente y agradecido, aunque haya vivido más allá de la adversidad.
René fue uno de los oradores invitados durante la Annual Kidney Gala (Fiesta Anual del Riñón) que se realizó este año en Mission. “No preparé ningún discurso esta noche, pero voy a hablar con el corazón, expresó. René tomó esta oportunidad para agradecerle a la National Kidney Foundation por reconocer y honrar a su doctor, Salil Mangi. “El es un hombre maravilloso”, dijo Flores refiriéndose a su doctor Mangi, especialista en nefrología en McAllen, quien según René pone todo su empeño y corazón en lo que hace. “Eso se muestra en la cantidad de apoyo que él recibe de sus colegas y sus pacientes”, añadió Flores.
René es probablemente uno de los pacientes más antiguos del Dr. Mangi. Lo conoció cuando tenía 15 años y le fue diagnosticada una rara enfermedad de los riñones llamada glomeruloesclerosis focal y segmentaria. Antes de eso René era un joven activo en el noveno grado de la Preparatoria. Acababa de entrar al equipo titular de futbol, y practicaba arduamente para jugar bien con el equipo.
Una mañana sintió sus piernas extremadamente hinchadas. Eso causó una pronta visita al médico para averiguar la causa. “Me dijeron que había una tremenda cantidad de proteína en mi orina y me refirieron con un especialista, el Dr. Salil Mangi. Como René tenía sólo 15 años el doctor Mangi pensó que René todavía pertenecía al cuidado de un pediatra y lo refirió a un doctor en Galveston, Texas.
La vida de René empezó a cambiar de repente y dramáticamente. El seguía optimista aun cuando lo enviaron a una ciudad tan lejos de su Valle querido. “Yo soy un creyente en que cada persona que usted conoce contribuye a una porción en su vida. Eso es muy importante en mi vida”, explicó René.
René platica que algunos dijeron “Pobre René, pero fue todo lo contrario, porque he sido muy afortunado de tener esta enfermedad y conocer a mucha gente maravillosa. En Galveston fui tratado por uno de los mejores especialistas y como el hospital era parte de una institución de aprendizaje, los estudiantes me hacían numerosas preguntas”.
René recuerda vívidamente cuando le dijeron que necesitaba un trasplante de riñón. “Yo no sabía por qué lo necesitaba”. Pero la contestación vino rápida, a René le informaron que tenían que quitarle sus riñones porque le estaban haciendo más daño que bien. También recuerda despertar después de su cirugía pensando que su vida nunca sería lo mismo o igual que antes. “Sin riñones y quince años, ¿qué voy a hacer?”, se preguntó.
Gracias a Dios por las madres con buenos corazones
En ese punto la madre de René se ofreció a darle uno de sus riñones. Para quienes no la conocen, ella es Aída Salinas Flores, juez de la Corte del Distrito 398. Mientras René esperaba por un riñón estuvo en diálisis por seis semanas. “Recuerdo qué temerosa era la diálisis para mí. ¿Así iba a ser mi vida?, se preguntaba.
Después de seis semanas él recibió un nuevo riñón de su madre, desgraciadamente el riñón sólo duró nueve meses, y la enfermedad original atacó el nuevo órgano y el rechazo últimamente destruyó ese riñón también.
Allí estaba en diálisis por segunda vez y esperando seis años otro riñón, pero esta ocasión con el doctor Mangi a su lado. René desarrolló así un respeto y admiración para él. El sentimiento fue mutuo y allí nació una amistad que ha perdurado muchos años. “Yo noté la dedicación que el doctor Mangi le da a cada uno de sus pacientes,” exclamó René.
Al pasar los años René se dio cuenta que él necesitaba trabajar. Su madre habló con la ahora difunta Pauline González, quien fue Secretaria del condado Hidalgo, para pedirle un empleo para su hijo. René empezó su nueva rutina en su trabajo después del tratamiento de diálisis. Su día empezaba a las cinco de la mañana con su tratamiento de diálisis de cuatro horas, regresaba a su casa para cambiarse y luego trabajar hasta las cinco de la tarde. Su día terminaba asistiendo a clases en la universidad después del trabajo. Esa era mi rutina,” dijo.
Llegó el tiempo para que Flores viajara a San Antonio para otro trasplante. Uno de los doctores le preguntó, “¿qué te pasa, parece que no quieres este riñón?”. René, en la segunda etapa de un trasplante de riñón, no quería el riñón. El había aprendido a vivir con su enfermedad. “Honestamente no quiero el trasplante,” contestó.
René estaba acostumbrado a su rutina diaria y podía lograr muchas cosas, como ir a la universidad y trabajar a pesar de todos los obstáculos. El sentía que un segundo trasplante interrumpiría su vida una vez más. “Les dije no, no quiero el riñón.”
Regresó a diálisis y mandó a su madre a México a pedirle a Nuestra Señora de Guadalupe un milagro. “Mi madre es una persona muy espiritual que reza todo el tiempo, ella es la fuerza de la familia.” Una semana después que regresó su madre de México, René recibe un llamado avisándole que han encontrado un riñón que coincide perfectamente con su organismo. “Eso era como si yo hubiera tenido un hermano gemelo,” recuerda René.
Después del trasplante René tuvo la oportunidad de la esperanza una vez más y nunca se le olvidó darle gracias a Dios, a su familia, amistades y al doctor Mangi, porque por todas esas circunstancias ellos siempre estuvieron allí con él. Una nueva perspectiva en la vida y con lo que él llama ‘riñón perfecto’ él avanzó en su trabajo a un puesto en la Corte del juez Ed Aparicio.
René trabajó en la Corte del juez Aparicio por un tiempo y después de conocer abogados y otros jueces decidió continuar su educación. “Dejé mi trabajo y regresé a la Universidad de tiempo completo”. René seguía bien con el cuidado excelente del Dr. Mangi.
Para entrar a la Escuela de Leyes debía graduarse de la Universidad. “Puse todo mi empeño para poder entrar en la Escuela de Leyes,” afirmó. Con toda esta actividad y el empeño de René para alcanzar su meta, su madre se preocupaba, preguntándole: “¿Por qué pones a tu cuerpo tanta presión?”
René sentía que había más para él en esta vida. “Mi relación con el Dr. Mangi creció y se fortaleció,” añadió. “En esa etapa de mi vida yo quería un tatuaje y a la primera persona a quien consulté fue al Dr. Mangi.” El llamaba al Dr. Mangi para todo. “Si me tropezaba, si tenía un resfriado, si me dolía el estómago, era al Dr. Mangi a quien llamaba,” indicó.
Con sus nuevos riñones él pudo regresar a la normalidad sin diálisis, incluyendo graduarse de la Escuela de Leyes y pasar el examen de la Barra de Abogados. René a menudo recuerda todas las adversidades que ha vivido y reconoce qué tan increíble ha sido su vida. “Ya no estoy en la nómina de mis padres, puedo sostenerme por mí mismo,” asintió.
René da gracias a Dios todos los días de haber podido deshacerse del tratamiento de la máquina de diálisis. “No es divertido estar en diálisis y no es una manera muy divertida de vivir,” explicó. En el pasado y durante la diálisis, él soñaba viajar a diferentes lugares; sin embargo era necesario guardar todos esos planes por su tratamiento diario y siempre estar seguro de que hubiera una clínica para su diálisis.
“Usted no sabe qué es lo que va suceder, pero ahora estar sin la necesidad de la máquina todos los días, es un regalo,” afirma. A veces por la mañana sus piernas se sienten hinchadas, pero él no piensa en eso dos veces. El se levanta pronto para hacer su trabajo. Platica que el doctor Mangi le explicó todo acerca de la actitud. “El tiene razón, la actitud lo es todo. Porque usted puede despertar una mañana y sentirse triste por sí mismo, pero eso nada va a cambiar.” En el caso de René Flores la actitud le ayudó, así como su familia y sus amigos, siempre alrededor de él, por eso les da las gracias a todos sin olvidar al doctor Mangi y a su equipo.
René indicó a Mega Metrópolis Health & Fitness que para él fue impresionante el tener una gran relación con el Dr. Mangi. “El siempre estuvo allí para mí, lo quiero y lo considero parte de mi familia.” Durante una reunión el Dr. Mangi expresó lo mismo de su paciente René, su amigo.
Definición de glomeruloesclerosis focal y segmentaria: es un tejido de cicatriz que se forma en algunas áreas del riñón que filtra ciertas substancias fuera del cuerpo. Estas áreas son llamadas glomérulos, que ayudan al cuerpo a deshacerse de substancias nocivas o innecesarias. Cada riñón tiene miles glomérulos. Focal significa que algunos de los glomérulos se han cicatrizado mientras otros siguen normales. Segmentaria quiere decir que sólo una parte de los glomérulos está dañada.
Causas, incidencia y factores de riesgo:
La causa de la glomeruloesclerosis focal y segmentaria es desconocida. Un número pequeño de casos resulta del reflujo del riñón. Esta enfermedad afecta a niños y adultos, a los hombres y a los afroamericanos afecta más que a las mujeres.
¿Quién es el Dr. Salil Mangi, especialista en nefrología?
Nació en 1953, se educó en Indore, India; recibió su licenciatura médica de All India Institute of Medical Sciences, la Premier Escuela de Medicina en Nueva Delhi. Después vino a los Estados Unidos en 1977 para completar un internado y residencia en medicina interna en el Cabrini Medical Center en Nueva York. Allí se hizo Jefe Residente en Medicina Interna y en 1980 recibió una beca en nefrología para la Universidad estatal de Nueva York. Después de completar su residencia, recibió certificación en Medicina Interna y Nefrología. Mangi se mudó al Valle en 1982 involucrándose activamente en los últimos 26 años en el cuidado de pacientes con problemas renales.
El Dr. Mangi es socio de los hospitales del condado Hidalgo y trabaja también con pacientes del condado Starr. Además es jefe de medicina en el Rio Grande Regional Hospital, jefe de medicina y jefe del equipo médico del McAllen Medical Center. Actualmente es catedrático en el programa PA en la Universidad de Texas Panam.
El Dr. Mangi empezó un grupo de Nefrología llamado South Texas Kidney Specialists, el grupo nefrólogo más grande del Valle. South Texas Kidney Specialists tiene cinco nefrólogos certificados y dos PAs que tratan todos los aspectos de enfermedades renales, incluyendo diálisis y trasplantes. Es miembro activo de la International Society of Nephrology, y la Texas Medical Association, así como en Texas Medical Liability Trust, una de las compañías de seguros médicos más grandes en Texas que provee seguro por mal práctica médica a los doctores texanos.
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